Friday, October 1, 2010

Adopciones de parejas homosexuales: mitos y verdades


Con la elecciones municipales se han vertido opiniones poco comunes, “modernas”, para el ambito político peruano: el aborto, legalización de las drogas, el matrimonio gay, las adopciones por parejas gays, entre otros temas. Es curioso, ya que ninguno de estos temas le competen a un alcalde, sino a la presidencia o el congreso. Pero aprovecho el momento para hablar sobre uno de estos temas controversiales: la adopción de niños por parejas homosexuales.

Voy a hablar desde la perspectiva científica social. No voy a entrar a otro tipo de debate, osea que no voy a discutir perspectivas religiosas (“Dios creo a Adán y Eva, no Adán y Evo”; “se estaría condenando a los niños a criarse en una casa del pecado”; “a el Papa no le gusta”; “se prohibe en el Deuteronomio”, etc), ni perspectivas supuestamente morales (“si la familia no se hace con un hombre y una mujer, se destruye la base de la sociedad”) - allá las opiniones y gustos de cada uno, y no hay como discutirlo. Y aclaro que no soy homosexual ni necesariamente apruebo el homosexualismo; siempre me ha parecido repulsivo el concepto. Pero tampoco encuentro motivo para hostigar a los homosexuales, ni quitarles derechos civiles debido a su gusto o orientación, y no aceptarlos. He tenido amigos, vecinos, y co-trabajadores abiertamente homosexuales, y todos son buenas personas que no fastidian a nadie, ni son escandalosos. Si a mi no me gusta algo sobre ellos, no soy quién para cambiarselos ni criticarlos. La mayoría de mis amigos fuman y me parece un asco, pero los dejo ser.

Pero lo que me preocupa es sobre las ideas sin fundamento, basado en mitos, suposiciones, y exageraciones, que dominan el pensamiento legal en cuanto al tema. Las preocupaciones que tienen las personas que están en contra de las adopciones por parejas homosexuales son las siguientes:
1. El niño(a) se va a volver homosexual.
2. Van a violar a los niños.
3. Los niños no se van a desarollar de forma sana, ya que les faltaría lo materno o lo paterno.

La verdad es que todos los estudios hechos sobre el tema desmienten los tres puntos. No hay diferencias en resultados del desarollo ni la seguridad del niño en hogares de parejas homosexuales comparados a los de parejas heterosexuales (Patterson, C, et. al, 2007; Farr, Forsell, Patterson, 2010; American Psychiatric Association, 2002; American Psychological Association, 2004). En otras palabras, dá lo mismo. Pero no crean que solo son los estudios; tambien lo he visto en la vida real. Tuve un par de pacientes en terapia que se habían criado con dos madres lesbianas, y salieron igual que cualquier otra persona. Tenían algunos problemas, pero no parecía estar relacionados a su crianza, sino a temas genéticos: un drogadicto que era hijo de drogadictos y cayó con malas amistades en un buen colegio, y un hija de una depresiva que también desarolló depresión clínica.

La realidad es que pocas personas conocen a una pareja abiertamente gay, y menos una que cria hijos. De por si hay una imagen negativa, un estereotipo de los homosexuales, y ya se piensa que todos son así. Yo no quisiera que un niño fuese criado en un hogar donde quien lo cria sea alguien dramático, conflictivo, que consume drogas o pastillas, que se prostituye o se acueste con quien sea, que tenga varios traumas, y que se gaste todo el dinero en cirujías plásticas, maquillaje, y ropa ridículamente cara. Por eso pienso que un gran sector de la población Limeña no está apta para ser padre o madre de familia, ya que no hace falta ser gay ni lesbiana para que te caiga esta descripción.

Algunos hechos sobre el homosexualismo:
-Solo el 30% de violadores en EEUU, Europa y Australia son homosexuales.
-La inmensa mayoría de homosexuales no son violadores ni pedófilos.
-Más de la mitad de homosexuales han sufrido alguna forma de acoso en su vida, pero pocos han sido victimas de violación.
-El homosexualismo no es considerado un problema de salud mental. La leyenda dispersada por algunos grupos conservadores Católicos es que ocurrió después de que un grupo de miles de homosexuales invadieran una conferencia de la Asociación Psiquiátrica Americana en los 1970s. Nunca sucedió esto. La realidad es que no se encontró pruebas científicas de que era una locura, y mientras mas se estudió, se fue dando que no encajaba con las descripciones de anomalía psicológica. No es tratable; nunca se ha “curado” la homosexualidad, y los únicos lugares que ofrecen una cura son campamentos religiosos, manejados por personas con credenciales académicas muy cuestionables o no existentes. Los psicólogos solamente tratan temas homosexuales cuando tienen problemas identificando su orientación o personalidad, o cuando es algo ego-disónico: pacientes se quejan de que son homosexuales pero no les gusta, o sienten que no son homosexuales pero tienen atracciones a personas del mismo sexo y eso les causa asco o malestar.

Ahora falta un chistoso que diga: “Si, pero en Perú los homosexuales son distintos.” Mi respuesta: ¿lo basas en un estudio científico de los homosexuales, o solamente por ver a los escandalosos que salen en la television y el peluquero afeminado de tu barrio? Y aclaro para los que se sientan muy machitos: el ser el activo o dominante aún te hace ser un homosexual, o si tambien te acuestas con mujeres, bisexual. ¿Qué estas diciendo sobre ti mismo cada vez que le dices a otros hombres como insulto “¡chúpate esta!” o cualquier otro donde sugieres o amenazas que van a participar en un acto sexual contigo?

Creo firmemente que las personas que adoptan a niños deben ser evaluadas psicológicamente para descartar potencial abuso, violación, inestabilidad emocional, falsas espectativas sobre la paternidad/maternidad, adicciones, y problemas de personalidad. Pero creo que esto debería ser para todos, sin importar su orientación sexual. Estoy harto de tratar tantos casos de niños y jóvenes que han sido adoptados por gente enferma, quienes nunca debieron ser padres: personas que adoptan para hacer papeles de mártires, para tener a los niños dependiente de ellos eternamente, que no los dejan progresar ni crecer, que los tratan como ciudadanos de 2da clase, que los explotan, o peor, que piensan que los niños son como mascótas:“¿por qué no se comporta como los otros que tenemos?”, “yo pensaba que podía cambiarle el nombre y no le iba a importar”, “debe ser así por su raza”, “entrénalo para que me ame”, “lo pusimos en una jaula o lo atamos a la cama por su propia seguridad”, “devuélvanlo – ya no lo queremos”. Todo esto lo he escuchado en casos en que yo mismo he trabajado.

Es difícil criar a un niño adoptado. Rara vez a un padre adoptivo le toca un recién nacido. Usualmente son niños que llevan de 2 a 16 años criandose bajo una identidad, un idioma, una nacionalidad, años de trauma y negligencia, y quien sabe cuanto tiempo en el orfanatorio. Una gran cantidad de veces los niños llevan potenciales problemas genéticos/hereditarios o desarollados en el vientre, desde el autismo y síndrome de feto alcóholico, a propensidad a la adicción, esquizofrenia, y desórdenes de control de impulsos. A lo mínimo los niños necesitan ser recordados constantemente que no van a ser abandonados y que van a recibir cariño constante, así los tengas que corregir de vez en cuando. No es un reto para cualquiera, menos las personas que sólo quieren tener hijos por un sentido de validez como mujer o hombre, o por competir con otras personas. Tienen toda mi admiración aquellas personas que lo hacen bien. Mi prima adoptó dos niños, y por lo visto puedo decir que ha hecho un excelente trabajo con mis sobrinos, pero sé que le costó.

En resúmen, si rechazan la adopción de niños por parejas homosexuales, digan que es por motivos religiosos o perspectivas morales, pero nunca por motivos científicos.

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